Sangre americana
Ayer fui al concierto de Rubén Blades en Vigo. Ha sido mi primer concierto de salsa. Y ha sido en Vigo, lo que no deja de ser divertido. Venir a mi primer concierto de salsa en Galicia. Aunque no tendría por qué extrañarme, en Europa hay muchas personas que bailan y escuchan ritmos tropicales.
El concierto fue en el parque de Castrelos, al aire libre. Tienen un sector pagado (pero siempre barato, algo así como 3 lucas chilenas), que vendría a ser como la cancha del recinto, en donde pusieron sillas esta vez, y un sector tipo galucha (galería), en donde no se paga, pero se escucha y se disfruta igual de bien. Lo que me gusta, es que en este sector gratuito, por ser un parque, te puedes llevar tus buenos sandwichs, papas fritas, o lo que se te antoje comer, y llevarte las cervezas o tragos que quieras, y nadie te dice nada... En Chile nunca te dejarían ir a un concierto así, siempre te revisan todo y no te dejan entrar con copete (Excepto en la Fiesta de los Abrazos, en el Parque O'Higgins). Y ves que la gente llega con sus coolers, con su comida... y siempre en un grato ambiente.
Además, me gusta que hay gentes de todas las edades, de todos los colores y sabores. En este caso, reinábamos los latinos. Al final, supongo que los únicos que no estaban bailando, eran españoles. Qué rico estar entre tanto latino, era un poco como sentirse en casa.
Disfruté muchísimo del concierto. Bailé como una loca. Sentía que la salsa me llenaba por completo. Me costó bastante soltarme, dejar que la salsa entrara en mí y empezar a bailar. Tal vez porque la gente tardaba en reaccionar y en un 98% estábamos todos sentados (¡sentados en un concierto de Rubén Blades!). Pero una vez comenzar, no paré de bailar hasta que acabó. Qué rico sentir la música y bailar. Extrañaba mucho bailar música tropical, salsa, merengue, cumbia. Con qué ganas lo bailé. No me importó no bailarlo con los pasos apropiados, ni que me vieran, ni qué pensaran. Tenía muchas ganas de bailar y lo hice. Era mi sangre latina, mi sangre americana, la que bullía y me llevaba a moverme así.
Me gustó muchísimo escuchar "Decisiones", "El padre Antonio", "Maestra vida", "Caminando", "Pedro Navaja".... me transportó a Chile, me transportó al pasado, pero a un pasado alegre, feliz, no fue un viaje triste. Rubén Blades me trae muchos recuerdos de Chile... las fiestas de cumpleaños de mi padre, por allá en Martín de Zamora, donde yo a veces oficiaba de "DJ" con cassettes locooo.... Mete y saca Cassette... y rebobina que lo quieren escuchar de nuevo... me recuerda a mi hermana, cuando osadamente cantamos Pedro Navaja en el karaoke... me recuerda lo mucho que le gusta la salsa a mi padre, y lo mucho que nos parecemos en tantas cosas... en lo mucho que hubiera disfrutado el concierto, aunque hubiera andado por ahí coqueteando e invitando a chicas a bailar... La salsa también me recuerda a mi primo Jorge, en Alemania, con su música tropical en vinilos, cuando hace más de 12 años me hospedé en su casa en Colonia. Me recordó unas clases de bailes tropicales, cuando aún era una chicuela de 18 años, con mi eterna amiga del cole, la Romi, en una salita chica en el barrio Lastarria... Me recuerda las fiestas de la universidad, por allá en la lluviosa Valdivia...
Y pensar que hubo un tiempo en el que no me gustaba... los ritmos tropicales no me gustaban, y mi padre nos ponía música en el auto, y le decíamos que lo cambiara... y ahora me gusta tanto... En fin, que fue un concierto muy bueno, y lo pasé estupendamente.
El concierto fue en el parque de Castrelos, al aire libre. Tienen un sector pagado (pero siempre barato, algo así como 3 lucas chilenas), que vendría a ser como la cancha del recinto, en donde pusieron sillas esta vez, y un sector tipo galucha (galería), en donde no se paga, pero se escucha y se disfruta igual de bien. Lo que me gusta, es que en este sector gratuito, por ser un parque, te puedes llevar tus buenos sandwichs, papas fritas, o lo que se te antoje comer, y llevarte las cervezas o tragos que quieras, y nadie te dice nada... En Chile nunca te dejarían ir a un concierto así, siempre te revisan todo y no te dejan entrar con copete (Excepto en la Fiesta de los Abrazos, en el Parque O'Higgins). Y ves que la gente llega con sus coolers, con su comida... y siempre en un grato ambiente.
Además, me gusta que hay gentes de todas las edades, de todos los colores y sabores. En este caso, reinábamos los latinos. Al final, supongo que los únicos que no estaban bailando, eran españoles. Qué rico estar entre tanto latino, era un poco como sentirse en casa.
Disfruté muchísimo del concierto. Bailé como una loca. Sentía que la salsa me llenaba por completo. Me costó bastante soltarme, dejar que la salsa entrara en mí y empezar a bailar. Tal vez porque la gente tardaba en reaccionar y en un 98% estábamos todos sentados (¡sentados en un concierto de Rubén Blades!). Pero una vez comenzar, no paré de bailar hasta que acabó. Qué rico sentir la música y bailar. Extrañaba mucho bailar música tropical, salsa, merengue, cumbia. Con qué ganas lo bailé. No me importó no bailarlo con los pasos apropiados, ni que me vieran, ni qué pensaran. Tenía muchas ganas de bailar y lo hice. Era mi sangre latina, mi sangre americana, la que bullía y me llevaba a moverme así.
Me gustó muchísimo escuchar "Decisiones", "El padre Antonio", "Maestra vida", "Caminando", "Pedro Navaja".... me transportó a Chile, me transportó al pasado, pero a un pasado alegre, feliz, no fue un viaje triste. Rubén Blades me trae muchos recuerdos de Chile... las fiestas de cumpleaños de mi padre, por allá en Martín de Zamora, donde yo a veces oficiaba de "DJ" con cassettes locooo.... Mete y saca Cassette... y rebobina que lo quieren escuchar de nuevo... me recuerda a mi hermana, cuando osadamente cantamos Pedro Navaja en el karaoke... me recuerda lo mucho que le gusta la salsa a mi padre, y lo mucho que nos parecemos en tantas cosas... en lo mucho que hubiera disfrutado el concierto, aunque hubiera andado por ahí coqueteando e invitando a chicas a bailar... La salsa también me recuerda a mi primo Jorge, en Alemania, con su música tropical en vinilos, cuando hace más de 12 años me hospedé en su casa en Colonia. Me recordó unas clases de bailes tropicales, cuando aún era una chicuela de 18 años, con mi eterna amiga del cole, la Romi, en una salita chica en el barrio Lastarria... Me recuerda las fiestas de la universidad, por allá en la lluviosa Valdivia...
Y pensar que hubo un tiempo en el que no me gustaba... los ritmos tropicales no me gustaban, y mi padre nos ponía música en el auto, y le decíamos que lo cambiara... y ahora me gusta tanto... En fin, que fue un concierto muy bueno, y lo pasé estupendamente.
Comentarios
Y has de creer k me transporté a Vigo desde el vagón atestado del Metro en k circulaba en ese momento. Santiago-Vigo gracias a la salsa. Viví contigo el inefable ritmo, el movimiento de los cuerpos acercándose unos a otros, el juego de la vida, las emociones emancipándose sanamente.
Hasta que tuve que bajarme...
Bueno, la cosa es que el padre me envió tu dirección y leí sobre el concierto de Blades e inmediatamente te imaginé bailando, con tus pasos tan especiales de salsa... que ganas de haber estado ahí contigo...
muchos besos y continue escribiendo, que yo empezaré a aparecer más a menudo.
Te quiero,
Panchita
Es que aún no lo doy por inaugurado oficialmente... aún siento que está en marcha blanca. :) Por eso...
Le mandé al papá el link de Blades porque me pidió una composición. ;)
"tus pasos tan especiales de salsa" juju... tú bailas mucho más bonito la salsa... más bien tú sabes bailarla... yo la chamullo... jeje
besotes manita lindaaaaa!!
Sí he ido a conciertos con "demasiado sabor para mi gusto"... Me acuerdo de uno específicamente, en unas fiestas de Quito, con una chica con la que estábamos disfrutando de esa etapa en la que todo es muy bonito. Ella, pequeñita como era, bailaba sobre la vereda y yo en la calle (era un concierto público) y fue muy divertido. Pero eran otros tiempos... ahora creo que ya no lo haría.
Compartimos esa pasión por los conciertos... Gracias por pasarte por aquí y dejarme un comentario.
besos
¡Hola amiga!, veo con alegría que el blog se va construyendo poco a poco. Te quedó muy bonito. Ahora a llenarlo de palabras y de historias. Te deseo la mejor de las suertes y ya sabes donde tienes tu casa. Espero que vaya todo bien al otro lado. Me gustó mucho leerte. Un beso enorme.