y echaré por tierra, todo un mundo creao
He estado con muchas cosas, como lo comento en el post anterior. Mucho trabajo, mucha tesis, bastante marcha...
Además, estuve saliendo con alguien, y eso me mantuvo ocupada los fines de semana, cuando tengo un poco de tiempo para divagar, escribir alguna que otra tontera y leer blogs de amigos....
Ahora que escribo, siento un sabor amargo en la boca... me duele, me duele, ¿será que el amor es maldito, como dice mi buen amigo Alejo? Siempre le digo que no, que no, que el amor no es maldito, y hoy por hoy, a mis 31, mi cabeza quiere darte la razón Alejo. Pero mi corazón, siempre romántico, se resiste a sentirlo maldito.
Me duele porque compartimos un mes intenso, gozad0 y feliz. Y me duele, porque en un comienzo, pensé que no me iba a enamorar, y terminé haciéndolo. Duele porque me trató como a una reina, me dio tanto cariño, me dijo tantas cosas lindas, y yo le creí... Me engatusó, como diría mi padre... y ahora no quiero pensar que dijo todas esas cosas lindas sólo para conquistarme. ¿Para qué tomarse tantas molestias? Hizo todo para que yo lo quisiera, y cuando empezaba a quererlo, me dice que no quiere seguir, que somos muy distintos y que soy una inmadura... Cojones...
Lo fui queriendo, le fui abriendo las puertas de mi corazón, le fui mostrando quien soy, como soy, mis secretos, mis defectos, mis virtudes, pero no funcionó. Y duele. De repente, de un día para otro, dice que se dio cuenta lo distintos que somos, y que vio que no iba a estar bien conmigo...
En fin, ya vendrán tiempos mejores.... todo pasa, y el tiempo cura todas las heridas. Creo eso sí, que si ya me costó esta vez abrir mi corazón, para la próxima vez me costará mucho más...
Comentarios
Me ha pasado que no me logro enamorar de quienes me entregan la vida, así como aquellas a quienes más he amado no han sentido por mí nada que no sea una incómoda amistad. Una de las chicas que no amé llegó incluso a darme una segunda oportunidad, seis años después... Al final, cuando decidí dejar el miedo de atar mi alma a la suya y compartir lo que me quedase de vida, ella ya no quiso nada... cómo dolió eso... Dolor puro e inequívoco, pesado como un buque de guerra que cargué sobre mis hombros con los ojos apagados. Qué miserable te puede hacer sentir el amor. Pese a todo, ahora, después de un año del comienzo del fin, sé que ella ha sido el mejor amor de mi vida. Era perfecta para mí, me amaba como nadie lo ha hecho, tuvimos un par de meses llenos de historias, de recuerdos, DE MÚSICA (si no es musical, para mí no es amor), de sexo, de egoismo, de llanto, de teodios y teamos, de esperanza e ilusión... de dolor. El 23 de octubre, mientras deje mi alma y mi voz en las butacas del Rumiñahui cantando a Calamaro, sé que más de una lágrima caerá por esta mujer en OK perdón y en Paloma... y sé que ella estará ahí, no muy lejos de mí, recordándome y preguntándose si la recordaré al corear nuestras canciones.
Ya me fui demasiado del tema... creo que estos días he estado lleno de recuerdos y del nuevo dolor, ese dolor que no tiene ni siquiera mucho sentido. Mi corazón no es de piedra... Todo lo contrario. Está roto y es algo que, después de tanto tiempo, me he dado cuenta que no se cura. Muchas veces he escuchado que después de vivir muchos fracasos amorosos y después de haber sufrido por amor, el corazón se hace más fuerte. Vil mentira. Mi corazón está sentido y cada vez es más fácil causarle dolor. Ahora, cualquier niña, ya sea una colombianita 13 años menor a mí o la mujer de mis sueños, puede llevarme de vuelta a los infiernos, los mismos infiernos que habité por largas e insoportables temporadas. Parecerá que me quejo demasiado del amor... y sé que Dios me mira desde las alturas y sonríe sarcásticamente porque sabe que todavía me espera tanto dolor... esto que siento ahora, esto que ni siquiera llega a ser amor pero que duele casi como si lo fuera, no es nada en comparación del dolor que vendrá cuando me vuelva a enamorar. Y me alegro por eso. No me imagino la vida sin amor. No quiero la vida sin amor y, en consecuencia, sin dolor. Habrá que ver hasta cuándo aguanto.
Tengo muchas ganas de conocer la próxima mujer que me costará la vida.
Pero ¿sabes qué? Lo bailado no nos quita nadie... y tengo ganas de bailar más...
Te responderé con juicio pronto, vale? un beso!!!
Bssss
Por cierto, creía que habías desaparecido de este mundo virtual...
Así es el amor. Aunque ayer me enfrenté cara a cara a un amor diferente y me emocioné hasta las lágrimas... Cosas buenas le pasan a la gente buena, y el amor que has soñado llega, lo sé, lo vi...