¡En-ri-queee, En-ri-queee!
Concierto de Enrique Bunbury, miércoles 20 de junio de 2012, Teatro Oriente, Santiago de Chile.
Fue un día de lluvia, algo no demasiado común en esta contaminada ciudad, que agradece -y maldice- las preciadas gotas de agua que a veces la bañan. El teatro, pequeñito, con capacidad de 1039 personas, estaba a tope. Lleno completo diría yo. Y contra todo pronóstico, porque no hubo ni un cartel del concierto en las calles, no se hizo publicidad, todo fue divulgado por las redes sociales y fue todo lo que necesitaron. Tal vez mejor, porque así éramos todos fans acérrimos tuyos. Y porque así era un teatro más íntimo, donde pudimos sentir tu música y tu pasión y donde tú pudiste darte cuenta de cuánto te estimábamos, de cuánto conocíamos tus canciones y de cuánto queríamos verte en vivo.
Estábamos todos enfebrecidos, ansiosos, expectantes, entusiasmados, esperando que comenzase el espectáculo. Cerca de las nueve, hora en la que empezaría el recital, la gente empieza a corear "En-ri-queeee, En-ri-queeee". Y todos felices. Me asombró ver a tanto hombre rockero, me imaginaba que íbamos a ser más mujeres que hombres y fue una gratísima sorpresa encontrar lo contrario.
Pasaditas las nueve, empieza el concierto. Salen al escenario tus músicos se empieza a escuchar "El Mar, El Cielo y Tú". Luego vienes tú Enrique, y soy la más feliz del planeta. Ya, lo sé, exagero probablemente, pero verte por fin en vivo, fue una experiencia inolvidable. Todos coreamos casi todas tus canciones, y bailamos y disfrutamos con cada una de ellas. Estábamos todos muy prendidos, quizás también porque estabas tan cerca de nosotros. Yo no me acordaba que uno tenía tan cerca a los artistas en ese estadio, fue estupendo.
Un par de cosas que no me gustaron. Una, que la gente, a pesar de que todos estábamos felices (¿se supone, no?) y con buenas ondas, sólo se preocupan por ellos mismos y les da exactamente lo mismo el resto. Si molestan o no dejan ver al de atrás, les importa un carajo. Y si les intentas decir, menos les importa y responden como maleducados. Mala onda.
Lo otro, no me gustó una pelea -mocha- que se armó casi al final del concierto. Causada por un par de borrachos, que ya venía liándola hace un rato, y aparentemente, por una mujer, y que andaba causando estragos. Fue bastante violenta la escena, y duró bastante, frente a los guardias, que no se dignaban a intervenir. Finalmente fueron controlados, principalmente por la misma gente, y después los echaron.
Al principio, Enrique no había visto la pelea y no había hecho nada, pero cuando la vio, detuvo el concierto. Y se quedó mirándolos, mientras el resto de la gente, no sabíamos qué hacer. Coréabamos que se fueran, que siguiera el concierto. Bunbury impasible. Tal vez debió haberles hablado y decirles que se calmasen. Quizás hubiera terminado mejor. Después de un rato, retomó la canción, que curiosamente era "el hombre delgado que no flaqueará jamás", y olvidamos la pelea. Un punto negro de la noche. Por un momento pensé que iban a suspender el concierto y que nos iban a mandar para la casa. Menos mal que no fue así.
Me encantó cuando estábamos piendo un bis, y cantábamos "No se va, no se va, Enrique no se va", y cuando saliste, nos dijiste: "cómo nos vamos a ir, afuera está lloviendo y hace frío, a dónde nos vamos a ir". :) Lindo tú.
Todo un showman, me encantó el dominio del escenario que tienes, cómo te mueves sobre él, la complicidad con el público y con tu banda, tu voz... Genial, absolutamente genial el concierto.
Quizás, sólo un quizás, me hubiera gustado que hubiese habido más conversación con nosotros. Que aprovechando el ambiente cálido y que era un teatro pequeño, se hubiese prestado más para que nos hubieses comentado algo sobre las canciones, sobre ti, sobre la música, la vida, qué se yo, un poquito más de intimidad. Casi como Nacho, que no decía ni pío. Tú hablaste un poco más, pero no demasiado más. ;)
Aquí les dejo el setlist, que me encantó también:
Otra reseña de aquella noche, la pueden encontrar aquí.
Fue un día de lluvia, algo no demasiado común en esta contaminada ciudad, que agradece -y maldice- las preciadas gotas de agua que a veces la bañan. El teatro, pequeñito, con capacidad de 1039 personas, estaba a tope. Lleno completo diría yo. Y contra todo pronóstico, porque no hubo ni un cartel del concierto en las calles, no se hizo publicidad, todo fue divulgado por las redes sociales y fue todo lo que necesitaron. Tal vez mejor, porque así éramos todos fans acérrimos tuyos. Y porque así era un teatro más íntimo, donde pudimos sentir tu música y tu pasión y donde tú pudiste darte cuenta de cuánto te estimábamos, de cuánto conocíamos tus canciones y de cuánto queríamos verte en vivo.
Estábamos todos enfebrecidos, ansiosos, expectantes, entusiasmados, esperando que comenzase el espectáculo. Cerca de las nueve, hora en la que empezaría el recital, la gente empieza a corear "En-ri-queeee, En-ri-queeee". Y todos felices. Me asombró ver a tanto hombre rockero, me imaginaba que íbamos a ser más mujeres que hombres y fue una gratísima sorpresa encontrar lo contrario.
Pasaditas las nueve, empieza el concierto. Salen al escenario tus músicos se empieza a escuchar "El Mar, El Cielo y Tú". Luego vienes tú Enrique, y soy la más feliz del planeta. Ya, lo sé, exagero probablemente, pero verte por fin en vivo, fue una experiencia inolvidable. Todos coreamos casi todas tus canciones, y bailamos y disfrutamos con cada una de ellas. Estábamos todos muy prendidos, quizás también porque estabas tan cerca de nosotros. Yo no me acordaba que uno tenía tan cerca a los artistas en ese estadio, fue estupendo.
Un par de cosas que no me gustaron. Una, que la gente, a pesar de que todos estábamos felices (¿se supone, no?) y con buenas ondas, sólo se preocupan por ellos mismos y les da exactamente lo mismo el resto. Si molestan o no dejan ver al de atrás, les importa un carajo. Y si les intentas decir, menos les importa y responden como maleducados. Mala onda.
Lo otro, no me gustó una pelea -mocha- que se armó casi al final del concierto. Causada por un par de borrachos, que ya venía liándola hace un rato, y aparentemente, por una mujer, y que andaba causando estragos. Fue bastante violenta la escena, y duró bastante, frente a los guardias, que no se dignaban a intervenir. Finalmente fueron controlados, principalmente por la misma gente, y después los echaron.
Al principio, Enrique no había visto la pelea y no había hecho nada, pero cuando la vio, detuvo el concierto. Y se quedó mirándolos, mientras el resto de la gente, no sabíamos qué hacer. Coréabamos que se fueran, que siguiera el concierto. Bunbury impasible. Tal vez debió haberles hablado y decirles que se calmasen. Quizás hubiera terminado mejor. Después de un rato, retomó la canción, que curiosamente era "el hombre delgado que no flaqueará jamás", y olvidamos la pelea. Un punto negro de la noche. Por un momento pensé que iban a suspender el concierto y que nos iban a mandar para la casa. Menos mal que no fue así.
Me encantó cuando estábamos piendo un bis, y cantábamos "No se va, no se va, Enrique no se va", y cuando saliste, nos dijiste: "cómo nos vamos a ir, afuera está lloviendo y hace frío, a dónde nos vamos a ir". :) Lindo tú.
Todo un showman, me encantó el dominio del escenario que tienes, cómo te mueves sobre él, la complicidad con el público y con tu banda, tu voz... Genial, absolutamente genial el concierto.
Quizás, sólo un quizás, me hubiera gustado que hubiese habido más conversación con nosotros. Que aprovechando el ambiente cálido y que era un teatro pequeño, se hubiese prestado más para que nos hubieses comentado algo sobre las canciones, sobre ti, sobre la música, la vida, qué se yo, un poquito más de intimidad. Casi como Nacho, que no decía ni pío. Tú hablaste un poco más, pero no demasiado más. ;)
Aquí les dejo el setlist, que me encantó también:
- El Mar, El Cielo Y Tú (Instrumental)
- Llévame
- El Solitario (Diario De Un Borracho)
- De Mayor
- La Señorita Hermafrodita
- El Extranjero
- Ódiame
- Una Canción Triste
- No Me Llames Cariño
- Ánimas, Que No Amanezca
- Los Habitantes
- Sácame De Aquí
- Que Tengas Suertecita
- El Día De Mi Suerte
- De Todo El Mundo
- Sí
- El Hombre Delgado Que No Flaqueará Jamás
- Porque Las Cosas Cambian
- San Cosme y San Damián
- Infinito
- Bujías Para El Dolor
- Las Consecuencias
- …Y Al Final
Otra reseña de aquella noche, la pueden encontrar aquí.
Comentarios
Y tú que pensabas que no lo verías. Cuando regrese a Chile, seguro querrás ir a verlo otra vez, vale totalmente la pena.
...Ahora a mí me falta ver a Nacho...
Besos.
Pero no importa, me gusta escribir. Me da lata tener tan abandonado mi blog.
Sííííí, si viene de nuevo, seguro que voy a verlo de nuevo. Fue demasiado bueno!
Ojalá puedas ver a Nacho, ojalá pudiésemos verlo juntos. Sería entretenido.
Besos!!
A mí también me parece que escribo sólo para que tú me leas... Somos nuestros únicos seguidores.
Besos.
Nada que agradecer!! gracias a ti por asomarte en este blog y comentarme algo! Qué bueno que te gustase! La verdad es que fue un concierto espectacular!
¡¡Qué envidia que lo hayas podido conocer!! Qué bueno que sea como lo describes tú. :)
Ojalá venga pronto de nuevo!!
Saludos!!